miércoles, 19 de enero de 2011

CULTURISMO



Historia del culturismo

El culturismo es la actividad física encaminada al máximo desarrollo muscular (de la musculatura visible) del ser humano. Desde este punto de vista, comparte con otros deportes ciertos métodos y destrezas, aunque su finalidad es notoriamente diferente. Este deporte tiene sus primeras manifestaciones en figuras de vasos griegos; al parecer, ya se usaban pesos de manos (a modo de lastre) para realizar saltos o ejercicios con el fin de aumentar la fuerza y longitud del salto. Se trata de comportamientos dirigidos fundamentalmente al desarrollo de la fuerza o de su tamaño, con el objetivo de la supervivencia como clara finalidad, o bien como ritos religiosos en festividades concretas.

Sus primeras referencias históricas, por tanto, podrían llevarnos a la Grecia Clásica donde el cuerpo humano tuvo una relevancia cultural que se ha resucitado en nuestros días. El culturista o atleta muscularmente hipertrofiado podemos observarlo en múltiples representaciones escultóricas: Hércules, Laocoonte, frisos con guerreros, etc.

La palabra culturismo procede del francés para designar a este deporte que tuvo en Francia en los siglos XVII y XIX como lugar y fechas de nacimiento de una disciplina deportiva que tenía como finalidad la estética, palabra que entronca directamente con la cultura física, esto es, culturismo que hoy en día conocemos por su variante deportiva de competición principalmente.

                                                                                  




















 Productos energéticos que toman los culturistas





  • 250 g de pan integral (para todo el día).
  • 1 litro de lácteos bajos en grasa.
  • 130 g de carne o 150 g pescado o equivalente en huevos (en comida y cena).
  • 350 g de fruta fresca y 250 g en zumo y 50 g de fruta seca (en desayuno, postres o entre horas).
  • 200 g de pasta o arroz en cocido ó 200 g de patata (comida y cena).
  • 40 g de aceite de oliva, mantequilla... (de consumo).
  • 30 g de miel o azúcar.
  • 40 g de frutos secos ó 60 g de galletas integrales (en desayuno, media mañana o merienda). 
  • 250 g de pan integral (para todo el día).
  • 700 g de lácteos bajos en grasa.
  • 130 g de carne o 150 g pescado o equivalente en huevos (en comida y cena).
  • 300 g de fruta fresca y 250 g en zumo y 100 g de fruta seca (en desayuno, postres o entre horas).
  • 200 g de pasta o arroz en cocido ó 200 g de patata (comida y cena).
  • 30 g de aceite de oliva, mantequilla... (de consumo).
  • 50 g de miel o azúcar.
  • 30 g de frutos secos ó 50 g de galletas integrales (en desayuno, media mañana o merienda).

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